• El trabajo en equipo, la comunicación, la creatividad, la empatía y la humildad, son algunas de las habilidades implícitas en los profesionales del desarrollo y la programación que más se valoran en un equipo de trabajo.

Barcelona, 15 de abril de 2020.

Los profesionales de la programación y el desarrollo de software seguirán siendo uno de los perfiles más demandados por las compañías tras la crisis del COVID-19. El apoyo de la tecnología para hacer frente a una situación de incertidumbre como la que actualmente afrontan las empresas en todo el mundo, es indudable. Por eso, contar con un equipo capaz de estar actualizado en los continuos avances tecnológicos será imprescindible.

En este sentido, programadores y desarrolladores cuentan con una serie de habilidades y conocimientos técnicos previamente adquiridos por su formación – hard skills -, que les permiten llevar a cabo su trabajo siempre actualizados. Pero si el sector de las TIC siempre ha requerido de una constante evolución debido la propia transformación digital, la innovación en las técnicas, los últimos lenguajes de programación o las herramientas TI más avanzadas, esta nueva situación de “revolución” que exige el COVID-19, implica además una adaptación mayor solo posible gracias a las ‘soft skills’ implícitas en estos profesionales.

En este contexto, los expertos de la JBCN Conf., el congreso de programación en lenguaje Java “más importante del sur de Europa”, han analizado cuáles son estas competencias sociales que solo se adquieren en la vida diaria y que permiten a estos profesionales integrarse con éxito en los diferentes ambientes laborales.

  • Trabajo en equipo.  Saber trabajar en equipo y no de forma individual es fundamental para el día a día de un desarrollador. En cada proyecto pueden intervenir profesionales de diferentes disciplinas – product owner, business analyst, support and sales – además de que existen diferentes niveles de conocimiento – juniors y seniors -. Por este motivo, además de saber gestionar los aspectos personales, es imprescindible saber establecer modelos de organización y jerarquías que nos permitan alcanzar maneras de trabajar más colaborativas, a través de la coordinación, la confianza, la colaboración, el compromiso y la comunicación.
  • Comunicación. Saber escuchar y comunicarse dentro del equipo es imprescindible para evitar llegar a conclusiones erróneas. Ya sea de forma oral o escrita, cuando se trabaja con otras personas la información que se debe manejar sobre el estado del proyecto y las diferentes opiniones siempre debe ser honesta. De este modo todos los avances que haya que realizar en torno al trabajo serán positivos.
  • Creatividad. Teniendo en cuenta que se trata de uno de los sectores en mayor evolución, los desarrolladores deben mantener una mentalidad abierta. Hay que entender que no existe una tecnología única como solución para todos los retos de un proyecto. Descubrir cuál es la mejor herramienta para cada problema permite poner toda la energía creativa en resolverlo. Todos los posibles enfoques que puedan surgir de este pensamiento, a menudo confluyen en una solución optimizada para el proyecto.
  • Empatía. La empatía es esencial para un programador y una habilidad clave para trabajar en equipo. Ponerse en el lugar de otro compañero o incluso en el de los líderes de un proyecto mejorará el resultado del trabajo y nos permitirá conocer más a fondo las necesidades de los demás. Trabajar en equipo puede ser muy enriquecedor, pero es normal que surjan conflictos. Si en vez de intentar evitarlos, somos capaces de gestionarlos desde la empatía, ganaremos en experiencia.
  • Humildad. Ser humilde y saber aceptar las críticas es muy importante en un proceso de adaptabilidad. Entender que no existe un criterio único permitirá un mayor aprendizaje, por eso lo mejor es mantenerse receptivo a la crítica constructiva y evitar estar a la defensiva.

“Es en momentos como los que vivimos actualmente, cuando además de la capacidad técnica de cada profesional, los equipos de trabajo requieren de ciertas habilidades personales que permitan una mayor adaptabilidad del proyecto y la empresa, para encontrar la mejor solución”, ha destacado Nacho Cougil, ingeniero de software y socio fundador de JBCNConf. Por su parte, el también socio fundador de la conferencia, Jonathan Vila, añade que “tan importante es conocer las últimas herramientas en desarrollo y programación como saber trabajar en equipo, ser creativos para encontrar un mejor enfoque a los problemas y saber comunicarnos y aceptar las críticas”. JBCNConf, el congreso de programación en lenguaje Java más importante del sur de Europa, celebrará su sexta edición en Barcelona los días 7, 8 y 9 de septiembre de 2020. El evento es la cita de referencia para la comunidad Java, donde compartir experiencia y conocimientos y mantenerse al día de las últimas tendencias. Asimismo, esta edición pondrá un foco especial en ampliar la presencia de mujeres, entre asistentes y ponentes, para dar más visibilidad a las profesionales  del mundo de la programación, con el objetivo de establecer más referentes que atraigan a las jóvenes estudiantes a este sector