Si conseguimos usar las cadenas de bloques para lo que realmente se crearon, todo lo demás en el ámbito financiero es fácil de entender, y de aplicar. Cuando se dice que una de las virtudes es no necesitar intermediarios, es porque exactamente es así, lo que sucede es que la visión de la mayoría de personas está ya muy distorsionada de esta potente ventaja.

Bajo una blockchain se crean activos (tokens), convirtiéndose estos de facto en derechos nativos para que el titular del token en esa blockchain, para entendernos mejor, bitcoin se crea y custodia en la blockchain Bitcoin o ETH se crea y custodia en la blockchain Ethereum. Por lo tanto, si una blockchain emite, custodia y permite realizar transacciones, no hay lugar, como comprenderás, para la figura del intermediario en cuestión de tener que generar confianza entre partes, como sucede en el sector tradicional.

Y aquí radica la importancia de la interoperabilidad financiera a nivel mundial, en formato totalmente digital. De un lado, tenemos monedas estables dentro de internet para ser utilizadas en cualquier momento (si, ya no solo podemos compartir fotos o un PDF), y del otro lado, tenemos la capa tecnológica que hace posible que el dinero (o acceso al dinero) no cueste dinero, blockchain, la gran aliada de las nuevas startups de banca digital. Método Bitcoin es el mejor ejemplo de este nuevo concepto financiero, donde estamos creando una infraestructura financiera digital, para facilitar la inclusión financiera y la conectividad global, superando así las limitaciones de los sistemas bancarios tradicionales.

El detonante de toda esta innovación, sin duda, nuestra propia naturaleza evolutiva, y la necesidad de cubrir nuevas formas de volver líquidos todo tipo de activos digitales (tokens), a través de nuestros dispositivos, sin limitaciones geográficas y horarias. Empresas y personas en zonas que están en vías de desarrollo (África, América Latina y el Sudeste Asiático), empiezan a necesitar, de forma imperativa, servicios digitales que le facilite realizar transacciones globales, le garantice la inclusión financiera y le genere oportunidades de crecimiento y desarrollo dentro de la economía digital.

La interoperabilidad financiera empieza a verse como una parte fundamental del propio avance del sector, por su capacidad para conectar diversos sistemas financieros, facilitando transacciones eficientes y seguras a nivel global. Esta conexión resulta esencial en un mundo cada vez más interdependiente, donde las operaciones financieras cruzan fronteras cada día de forma instantánea. Además, la interoperabilidad es clave para la inclusión financiera, en aquellas regiones que carecen de acceso a un sistema bancario tradicional, y esencial para el surgimiento de nuevos servicios y productos financieros. Esto no solo estimula la competencia y la creatividad, sino que también ofrece a los consumidores más opciones y mejores servicios, en un entorno más seguro y controlado (recuerda para lo que fue creada la blockchain) para nuestras gestiones financieras dentro de internet.

Por concluir, y desde la conveniencia técnica, dada la continua expansión de la tecnología blockchain, sus casos de uso y de las monedas digitales, es urgente aprovechar al máximo esta oportunidad de construir para crecer todos, de forma horizontal y con un gran valor diferencial ante el sistema obsoleto, que todavía estamos obligados a usar, para muchas de nuestras tareas rutinarias, siendo poco o nada atractivo para la gran mayoría de personas del sector más joven de la población.