En un giro que podría redefinir el panorama financiero de Estados Unidos, Ripple Labs, la empresa detrás de la criptomoneda XRP, está dando pasos audaces para integrarse en el núcleo del sistema bancario estadounidense.
Con una solicitud para obtener una licencia bancaria nacional y acceso a una cuenta maestra de la Reserva Federal, Ripple no solo busca consolidarse como un actor clave en el ecosistema de pagos, sino que podría estar sentando las bases para convertirse en una especie de “Fed 2.0”. Este movimiento, acompañado por el creciente protagonismo de XRP en el mercado de criptomonedas, plantea preguntas cruciales sobre el futuro de las finanzas tradicionales y el papel de las criptomonedas en ellas.
Ripple: De la Blockchain al Corazón del Sistema Bancario
Ripple ha dado un salto estratégico al solicitar una licencia bancaria en Estados Unidos y acceso a una cuenta maestra de la Reserva Federal, un privilegio tradicionalmente reservado para bancos regulados. Estas cuentas permiten a las instituciones financieras liquidar pagos directamente con dinero del banco central, eliminando intermediarios y reduciendo costos y tiempos de transacción.
Según fuentes recientes, Ripple también ha asegurado acceso indirecto a estas cuentas a través de asociaciones clave con FedNow, el sistema de pagos instantáneos de la Reserva Federal, y Finastra, un proveedor de software financiero que integra la tecnología blockchain de Ripple en sus soluciones de pago.
La compatibilidad de Ripple con el estándar ISO 20022, adoptado por la Reserva Federal para Fedwire y FedNow, es un pilar fundamental de esta integración. Este estándar global de mensajería financiera permite una comunicación más estructurada y transparente entre sistemas bancarios, y Ripple, que se unió al organismo ISO 20022 en 2020, ya opera bajo este marco. Esto posiciona a RippleNet, la red de pagos de la empresa, como una solución interoperable con la infraestructura financiera tradicional, facilitando pagos en tiempo real tanto domésticos como transfronterizos.