Paraguay se abre paso en el mapa tecnológico de América Latina con una iniciativa que conecta infraestructura energética, formación de talento digital y empleabilidad real.

Se trata de CodePRO 2025, un programa impulsado por Penguin Academy, el brazo educativo de Penguin Group. Es un programa que, en menos de dos años, ha transformado la vida de decenas de jóvenes paraguayos y plantea un modelo innovador de desarrollo social sostenido por energía renovable.

La propuesta se apoya en un concepto que la organización ha denominado el Círculo de Penguin, en donde se financia la educación y formación de los jóvenes paraguayos, usando los ingresos obtenidos por el centro de datos para minar Bitcoin que está operado por Penguin Group.

Como lo ve Delia Garcete, CEO de Penguin Academy, el programa educativo garantiza a los estudiantes “un futuro en la industria tecnológica”, que es una de las más demandadas y con mayor proyección global.

“Usamos energía limpia para producir tecnología; esta tecnología genera valor, y ese valor lo reinvertimos en personas. Así, lo que empieza como electricidad en Itaipú termina convertido en potencial humano”, resume Garcete. En un país con una de las mayores capacidades hidroeléctricas del mundo, la estrategia de Penguin Group apuesta por convertir esa ventaja comparativa en un motor de transformación social.

Inclusión desde cero: sin requisitos técnicos previos

Uno de los pilares de CodePRO es su política de acceso inclusivo. No se requiere experiencia previa en tecnología, ni conocimientos específicos. El programa valora la curiosidad, el compromiso y la disposición para aprender.

Garcete recuerda el caso de un participante que ingresó al programa sin tener computadora propia.

“Creía que programar era algo imposible. Pero comenzó desde cero, con un simple ‘Hola, mundo’, y rompió la barrera mental que lo separaba del mundo tecnológico. Buscamos exactamente eso: personas dispuestas a transformar su presente”, señala.

Durante las primeras semanas del programa, los instructores observan el desempeño, la resiliencia y la capacidad de adaptación de los participantes. Más allá de las habilidades técnicas, se prioriza la formación integral, dice la directiva.

En general, la estructura de CodePRO combina formación técnica intensiva con el desarrollo de habilidades blandas. Comienza con el “Día 0”, un espacio de familiarización básica con herramientas digitales. Luego, los participantes enfrentan un Bootcamp técnico y, posteriormente, el Dive, una etapa clave en la que resuelven desafíos complejos de manera autónoma.

Cambiando trayectorias

A lo largo de los ocho meses de duración, el programa cubre programación en Python y JavaScript, estructuras de datos, desarrollo web, SQL, frameworks modernos, ciencia de datos e inteligencia artificial. Pero también se incluyen talleres de comunicación, trabajo en equipo, organización personal y empatía.

“CodePRO no solo cambia trayectorias, cambia formas de pensar, de relacionarse, de verse a uno mismo. Por eso, cuando hablamos de resultados, no hablamos solo de empleabilidad, hablamos de vidas que se reescriben con más oportunidades, más herramientas y más confianza”, señala Garcete.

Desde el lanzamiento del programa en 2024 ya se han recibido más de 1.000 postulaciones. De quienes egresaron, el 98% se declara satisfecho con su experiencia y el 85% ya está insertado en el mundo laboral. Además, hoy existen más de 15 empresas aliadas que confían en el modelo educativo de Penguin Group.

Entre las historias destacadas está la de Olaf, un joven de 29 años con experiencia previa en producción de eventos. Hoy trabaja en tecnología, maneja múltiples lenguajes de programación y ha descubierto nuevas formas de relacionarse y colaborar.

Cuando entró a CodePRO, no solo aprendió a programar en Python, JavaScript y C++, sino que descubrió lo que significa trabajar en equipo, confiar en otros y mantener el ritmo en proyectos desafiantes. 

“Cuando hablamos de resultados no nos referimos solo a empleos. Hablamos de vidas que se reescriben, personas que ganan confianza, autonomía y una nueva perspectiva de futuro”, afirma Garcete.

Modelo de acceso justo y visión regional

Uno de los elementos más innovadores del programa es el uso del Acuerdo de Participación de Ingresos (ISA). Gracias a este modelo, los estudiantes no pagan durante su formación. Solo comienzan a devolver un porcentaje de sus ingresos una vez que consiguen un empleo en tecnología. Esta modalidad permite reducir barreras económicas y abrir oportunidades en comunidades tradicionalmente excluidas.

“Todo el grupo de CodePRO 2.0 eligió esta modalidad. Eso habla de la necesidad real que existe. No podemos hablar de inclusión sin pensar en acceso justo”, sostiene Garcete.

Actualmente, Penguin Academy trabaja con organizaciones sociales, empresas y gobiernos locales para ampliar su alcance a más regiones dentro del país.

De cara al futuro, se plantea escalar CodePRO más allá de Paraguay. La organización ya está en conversaciones con empresas regionales y organismos multilaterales para adaptar el modelo a otros países con estructuras energéticas similares.

“Nuestra visión es construir una red de talento digital local con impacto global. Paraguay tiene todo para convertirse en un referente de formación tecnológica con impacto social. Y CodePRO es solo el comienzo”, concluye Garcete.