Las criptomonedas y la tecnología blockchain se han convertido en uno de los fenómenos más disruptivos de la última década. Sin embargo, su adopción masiva todavía encuentra importantes barreras.

Según el analista financiero Javier Espasa Peribáñez, gran parte de estas dificultades se explican por la falta de conocimiento generalizado y por la percepción de riesgo que transmiten los medios tradicionales.

Espasa recuerda que “el dinero es lo más miedoso que existe”, y que la reacción natural ante la incertidumbre es el rechazo: “lo desconocido genera siempre rechazo”. Estas frases, ampliamente conocidas en el ámbito económico, reflejan la esencia del reto que enfrenta la industria cripto: disipar los temores de los inversores y del público general mediante la educación y la formación.

El experto explica que el ecosistema cripto está cargado de terminología técnica —minería, wallets, staking, exchanges— que resulta abrumadora para quienes no están familiarizados con ella.

Esta barrera de entrada, unida a la cobertura mediática negativa que suele centrarse en hackeos, estafas o fraudes, genera una percepción sesgada: la mayoría asocia blockchain con riesgo y peligro, cuando en realidad se trata de un sector con un potencial transformador equiparable al de internet en los años noventa.

La importancia de la formación

En este contexto, Espasa insiste en que la educación no es un complemento, sino un requisito indispensable. “La educación y la formación previa a tomar contacto con esta tecnología no son opcionales sino indispensables para entender que es un segmento como otro cualquiera para invertir”, afirma.

Para el analista, la volatilidad característica del mercado cripto no debe confundirse con un juego de azar. “Invertir en criptomonedas y blockchain no debe confundirse con apostar”, señala, destacando que las estrategias de gestión de riesgo son tan necesarias en este ámbito como en cualquier otro mercado financiero.

Más allá de su valor como activo financiero, Espasa subraya el impacto histórico de la blockchain. La define como “una de las revoluciones tecnológicas más importantes de nuestro tiempo, con potencial para transformar la economía global”.

Su capacidad para generar nuevos sistemas de confianza, descentralizar operaciones y ofrecer mayor transparencia en transacciones sitúa a esta tecnología en el centro de los futuros modelos económicos, explica el especialista.

El papel de las instituciones y la divulgación

El analista también destaca la necesidad de que las instituciones educativas impulsen la formación desde edades tempranas. A medida que se normalice el aprendizaje de conceptos relacionados con blockchain y criptomonedas, aumentará su adopción entre la población general.

En este sentido, considera que iniciativas divulgativas, como la publicación de libros especializados, pueden servir como un “granito de arena” para reducir el miedo y animar a explorar este nuevo sistema económico que, según Espasa, “puede cambiar muchos paradigmas en las próximas décadas”.

La reflexión de Javier Espasa Peribáñez apunta a una conclusión clara: superar los prejuicios sobre las criptomonedas requiere educación, formación y una visión a largo plazo. Solo así se logrará que la sociedad vea en blockchain no una amenaza, sino una oportunidad de innovación y desarrollo económico.