El año 2025 está siendo testigo de un punto de inflexión en el ecosistema cripto: la maduración regulatoria. Lejos de la incertidumbre del pasado, países de todo el mundo, y especialmente en América Latina, están avanzando con marcos legales claros que buscan un equilibrio casi perfecto: proteger a los usuarios sin asfixiar la innovación inherente a esta tecnología.
El marco legal en Latam
La región latinoamericana se ha convertido en un auténtico laboratorio de políticas progresistas. Chile ha sido pionero con su Ley Fintech, que exige que los exchanges se registren ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y cumplan con normas AML/KYC. Su banco central ya está trabajando en la regulación específica para stablecoins. Brasil sigue un camino similar, con expectativas de finalizar su normativa para stablecoins y tokenización de activos en 2025, paralelamente al desarrollo de su moneda digital, Drex.
Pero el caso más emblemático quizás sea el de Argentina, que en junio de 2025 aprobó un marco regulatorio innovador para la tokenización de activos reales, equiparando legalmente los tokens con los valores tradicionales. Esta claridad jurídica es el ingrediente secreto para la adopción institucional. Los grandes capitales necesitan certeza para invertir, y estas normas la están proporcionando.
Más allá de la regulación
Para Claudio Cossio, cofundador de Meta Pool, el mayor desafío de las criptomonedas en 2025 no será la regulación ni la volatilidad, sino demostrar que el ecosistema cripto puede resolver problemas reales mejor que las alternativas tradicionales.
“La segunda mitad de 2025 no será sobre quién atrae más capital especulativo, sino sobre quién logra convertir usuarios en comunidades sostenibles. La verdadera liquidez es la confianza”, expresa el ejecutivo. Además añade:
“Estamos entrando en un ciclo donde la descentralización deja de ser un ideal y empieza a ser un requisito. Quien no lo entienda, quedará obsoleto más rápido de lo que imagina. No alcanza con dar rendimientos altos: el reto está en alinear incentivos para que las personas se queden por el propósito y no solo por la ganancia rápida”.
Esta visión, de acuerdo a Cossio, podría acelerar la creación de un marco legal sostenible en el largo plazo, al colocar las tecnologías de Web3 como motores de innovación en la región.
¿Por qué regular a las criptomonedas?
El objetivo final no es controlar, sino integrar. Se trata de construir puentes entre las finanzas tradicionales (TradFi) y las finanzas descentralizadas (DeFi). Panamá es un ejemplo perfecto: permite el pago de servicios municipales con criptomonedas mediante un mecanismo de conversión automática a dólares.
Este tipo de iniciativas demuestran que la regulación inteligente puede fomentar la inclusión financiera y la eficiencia, sin comprometer la esencia del ecosistema.