Pablo Rutigliano, CEO de Atomico 3 S.A., denunció una campaña de difamación y hostigamiento mediático en su contra y contra su empresa, dedicada a la tokenización de activos ligados al litio.

Puntos claves

  • Pablo Rutigliano denunció una campaña de difamación mediática contra él y su empresa Atomico 3 S.A. por parte de sectores tradicionales de la minería.
  • Acusa a la CAEM y exmiembros de la Cámara del Litio de orquestar ataques para frenar la tokenización del litio y mantener un modelo extractivo opaco.
  • Atomico 3 defiende su rol pionero en la regulación de criptoactivos y anunció acciones legales para proteger su reputación y avances tecnológicos.

En un extenso comunicado, Rutigliano atribuyó estas acciones a sectores ligados a la “casta minera argentina”, que buscan frenar los avances hacia un modelo de mayor transparencia y digitalización de la actividad extractiva.

Atómico 3 S.A., pionera en el desarrollo de tecnologías blockchain aplicadas a los recursos naturales, ha acompañado el proceso de regulación impulsado por la Comisión Nacional de Valores (CNV) a través de la Resolución General 1069/2024.

Esta norma busca sentar las bases para el desarrollo legal de criptoactivos respaldados en bienes físicos como los minerales críticos. Sin embargo, según el empresario, este avance fue visto como una amenaza por sectores tradicionales del negocio minero, que optaron por responder con ataques coordinados.

Rutigliano apuntó directamente contra la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), su presidente Roberto Cacciola, y su directora ejecutiva Alejandra Cardona, junto a exintegrantes de la Cámara Latinoamericana del Litio, Favio Casarín y Andrea Polizzotto, quienes, según señaló, fueron desvinculados por incumplimientos estatutarios. A ellos se sumaría el empresario Guillermo Sandler, a quien acusa de carecer de formación técnica en blockchain y de participar en una operación de “falsedad ideológica y daño reputacional”.

El punto más grave de esta denuncia es la presentación de una supuesta acusación sin pruebas ante la CNV, que, de confirmarse como falsa, constituiría un delito penal según el artículo 245 del Código Penal. Según Rutigliano, esta denuncia fue acompañada por cámaras mineras y reproducida por medios de comunicación “ensobrados”, con el objetivo de desacreditar públicamente a Atomico 3 durante la feria Arminera 2025.

La verdadera causa de esta ofensiva, afirma el empresario, es el intento de bloquear el proceso de tokenización del Salar de Mogna y mantener el statu quo del modelo extractivo opaco. Finalmente, intimó a los involucrados a retractarse en 48 horas y anunció que ya ha iniciado el camino judicial para defender su nombre, el de su empresa y el futuro de un modelo minero más transparente en Argentina.

En conclusión, el caso expuesto por Pablo Rutigliano revela una fuerte disputa entre los impulsores de la innovación tecnológica en el sector minero y aquellos que buscan preservar estructuras tradicionales poco transparentes. La denuncia no solo pone en evidencia las tensiones internas de la industria del litio en Argentina, sino que también plantea un llamado urgente a garantizar un entorno regulado, justo y abierto a nuevas formas de gestión y trazabilidad de los recursos naturales.

El futuro del litio y su tokenización dependerá, en buena parte, de la capacidad del sistema institucional para responder con independencia, legalidad y transparencia.