Muchos desarrolladores la entienden cómo ”una disciplina que examina los protocolos que regulan la producción, emisión y consumo de bienes y servicios en una economía digital localizada”. Libertarios y pensadores la entienden cómo “una herramienta que dará lugar a un mundo de iguales, con una distribución de la riqueza perfecta, gracias a la democratización de la emisión monetaria (las criptomonedas o Bitcoins) a través de una plataforma tecnológica (Blockchain)”.
En términos más técnicos, podemos decir que la criptoeconomía es el uso de incentivos y elementos criptográficos para diseñar nuevos mecanismos económicos, donde blockchain es la tecnología que ha posibilitado esta revolución, ya que nos permite la descentralización, la privacidad de los usuarios, la seguridad cifrada, la validación y la transparencia de sus procesos. Estas características junto con las propiedades de las criptomonedas como activos infalsificables, limitados y globales, convierten la criptoeconomía en la respuesta perfecta para las transacciones modernas. Más allá de los valores sociales que busca perseguir esta tecnología, es importante entender los fundamentos teóricos y tecnológicos que la constituyen.
“Todas las economías han tenido un lado exitoso en el desarrollo y devenir de las sociedades, El Imperio Romano con sus ejércitos y su red de carreteras; El Imperio Británico con su armada y la red de rutas de navegación o Los Estados Unidos con el uso de la red de ferrocarriles transcontinental, el telégrafo y el teléfono.”
Efecto RED tradicional
Se producen cuando el valor de un producto o servicio aumenta cuanto más se utiliza. Echemos un vistazo a la historia para entenderlo: John Rockefeller fue el fundador de Standard Oil, empresa que llegó a dominar la industria petrolera estadounidense. Su patrimonio neto se estimaba en 900 millones de dólares en 1913 (casi el 3% del PIB de EE.UU aquel año). Standard Oil empezó con el negocio del refinado, pero Rockefeller observó que todas las demás partes interesadas del ecosistema (refinerías, pozos petrolíferos, instalaciones de servicios) están conectadas entre sí por la misma red de ferrocarriles y oleoductos.
Al principio Standard negoció descuentos favorables y acuerdos exclusivos con los ferrocarriles y otras empresas de transporte. Al conseguir estos acuerdos, poco a poco dificultaron a sus competidores el acceso a proveedores y clientes a precios competitivos. A continuación, comenzaron a realizar una integración horizontal cada vez más agresiva, adquiriendo o estableciendo un control absoluto sobre numerosas refinerías de petróleo, oleoductos y redes de transporte de la competencia. A medida que la empresa se expandía y aumentaba su control tanto sobre los “nodos” de la red (refinerías), como sobre las conexiones entre ellos (ferrocarriles, oleoductos) creaba un Sistema altamente eficiente que resultaba extremadamente difícil de réplica para sus competidores.
Standard Oil podía refinar el petróleo y hacerlo llegar al cliente mucho más rápido porque su red de refinerías era mayor, y podían entregarlo más barato al cliente porque dominaban la distribución. A medida que Standard seguía creciendo, también se integró verticalmente adquiriendo o estableciendo el control sobre industrias como la prospección petrolífera, las operaciones de perforación y el almacenamiento. Esto les permitió lograr economías de escala y un mayor control de la red.
Llegados a este punto, fueron capaces de rebajar considerablemente los precios de sus competidores y de hundir los negocios. Como resultado, acabaron dominando básicamente toda la cadena de suministro y la red de distribución de petróleo en EE.UU, desde la extracción de crudo hasta la entrega de productos refinados.
Efecto RED digital 2.0
Internet es el equivalente moderno de los oleoductos y las redes ferroviarias que Rockefeller dominaba con su empresa Standard Oil. De las 5 empresas más valiosas del mundo en la actualidad, 4 se benefician directamente de un efecto de red. De alguna manera, aprovechan la conexión entre usuarios, proveedores y socios para construir un cuasi monopolio.
Las potentes y novenas empresas web 2, empezaron en el 2000 a adquirir una masa crítica de usuarios para sus plataformas. Esto atrae a desarrolladores que crean aplicaciones para venderlas a sus usuarios, y ya sabemos que tener acceso a muchas y buenas aplicaciones, atrae a más usuarios, pero todo esto ocurría sin darnos cuenta dentro de su ecosistema o entorno cerrado: construyen una red cerrada que controlan. Una vez establecido el control del mercado, es muy fácil subir los precios y aumentar los beneficios, Apple cobra a los desarrolladores de apps el 30% de sus ingresos en concepto de “alquiler” por estar en su plataforma. La gente se queja, pero ¿dejan de hacer aplicaciones para iPhone?
Efecto RED digital (criptoeconomía)
La criptoeconomía se fundamenta en economías construidas y distribuidas con sus propios tokens, sus propios actores y sus propias reglas.
¿Cómo funcionan?
Simple, creo un modelo de negocio y hago que los inversores, los empleados y los clientes formen parte de ese modelo.
¿Cómo?
A través del token propio del negocio, por medio de ese token consigo que todos los actores aporten valor y a la vez, soy capaz de redistribuir ese valor entre la red. Todos se convierten en fundadores y por eso, reciben unos servicios especiales y unas condiciones especiales.
Por ejemplo, un día un proveedor de seguros se me acerca y me dice que le proporcione toda la base de datos de mis clientes, que tengan entre 35 y 50 años, que ingresen más que gastan y que tengan un seguro a punto de caducar.
A cambio me ofrece 80 euros por cada lead. Inmediatamente hablo con todos los fundadores (todos los que han contribuido a la creación del modelo de negocio con su valor), y les digo: hay una compañía de seguros que está buscando vuestro perfil, vuestros datos, ¿queréis participar?. Todos aquellos que me dijeran que sí, voy al mercado, compro 80 euros de mi propio token, me quedo con la parte que me cobre mi coste marginal y el resto se lo doy a los distintos fundadores porque son constructores de la economía.
Después este proveedor me propone: Te voy a realizar una oferta personalizada para todos aquellos que han querido entregar sus datos, te voy a dar otros 100 euros por cada uno.
Si estos usuarios quieren recibir una oferta personalizada, recibirán otros 100 euros, de esta forma todos los actores que han construido el modelo de negocio se benefician de vender sus datos, exploto mis propios datos, exploto mi propia GDPR y exploto la comisión de distribución. Al haber articulado el modelo de negocio alrededor del token, he evitado uno de los mayores problemas que tienen todas las economías de hoy: el marketing y la comisión.
Esta es la fuerza que tiene la criptoeconomía, el efecto de red que eso genera es tremendo porque, al estar todo el interés en el token, y al tener que participar todos en la construcción del modelo, cuanto mejor lo hagamos todos, mejor irá el negocio y mucho mejor irá el token.
En los momentos iniciales de un proyecto criptográfico, el efecto red es de alto impacto y muy intenso, luego pasa a ser más estable y por ultimo debido al desgaste y la aparición de nuevas tecnologías queda en mínimos. La misma red, al ser un modelo tecnológico, puede mostrar signos de debilidad, saturación, desconfianza o de no saber monetizar bien su ventaja competitiva, y esto pone un limite al efecto red, a este limite de le conoce como el “Factor de Agotamiento” véase el caso de Tuenti y Facebook. El mayor error a la hora de evaluar un proyecto criptográfico y su criptomoneda, es obviar este factor, el cual es el causante de la disminución de los rendimientos marginales de esa red, irremediablemente a mayor incremento de este factor, menor será el interés en la misma, y por ende su valor tenderá a 0.
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