Las crecientes expectativas de una rápida reversión de la política monetaria estadounidense, junto con el ajuste de posiciones por parte de los operadores de futuros y opciones, hicieron subir los precios de los activos digitales durante el fin de semana. Antes de la reducción a la mitad del próximo año, los fundamentos de Bitcoin siguen siendo sólidos: una acumulación continua por parte de los tenedores a largo plazo, un probable lanzamiento de ETF estadounidenses y una renuencia de los mineros a vender.
El gigantesco repunte del 150% del Bitcoin en lo que va del año no parece estar quedándose sin combustible. Crecientes expectativas de una rápida reversión en la política monetaria de EE. UU., el interés abierto más alto (es decir, el número total de contratos de derivados pendientes para un activo que no se han liquidado) con un sesgo de opción de compra, el muy probable lanzamiento de fondos cotizados en bolsa de Bitcoin con respaldo físico (ETF) en EE.UU. y más de 320 millones de dólares en liquidación de posiciones cortas han estado detrás del repunte.
Deribit, el mayor intercambio de opciones de Bitcoin, registró un interés abierto superior a 13.300 millones de dólares en todas las fechas de vencimiento, con un índice de compra de 0,44, lo que pone de relieve el sesgo hacia los alcistas.
En ese sentido, los 40.000 dólares habían sido un nivel clave a tener en cuenta, lo que provocó una importante cuadratura de posiciones por parte de los operadores.
La profundidad del mercado es escasa, como lo demuestran los amplios diferenciales entre los precios de oferta y demanda y el alto deslizamiento en las bolsas centralizadas más grandes.
La salida oficial de Binance de Estados Unidos sin duda ha afectado la liquidez al contado. Últimamente, la falta de profundidad del mercado ha repercutido positivamente en los precios. Sin embargo, se encuentran en una posición débil, ya que los libros de pedidos son frágiles.
Las crecientes expectativas de una rápida reversión de la política monetaria estadounidense han estado brindando vientos de cola, y si la liquidez estadounidense continúa aumentando, podríamos ver a Bitcoin con un buen posicionamiento.
Sobre la aprobación de los ETF al contado de Bitcoin en EE. UU., la especulación cobra mucha importancia y, a pesar del sesgo general del mercado hacia una aprobación antes del 10 de enero de 2024, no hay garantías.
En general, los inversores ciertamente favorecerían la aprobación de un ETF, dada la falta de vehículos de inversión estadounidenses que sigan con precisión los precios al contado. No obstante, dada la fuerza del repunte, no debería sorprender que acabemos en una situación en la que el mercado haya comprado el rumor y vendido la realidad.
De cara al futuro, vemos un papel cada vez más importante para los mineros, ya que la próxima reducción a la mitad de Bitcoin, prevista para finales de abril de 2024, probablemente renovará el papel de los mineros en los mercados criptográficos más amplios.
En términos simples, la reducción a la mitad consiste en que la recompensa en bloque disminuya de 6,25 Bitcoins a 3,125, lo que esencialmente provocará una desaceleración en el crecimiento de la oferta de Bitcoin.
Los mineros son la única fuente de “nuevos Bitcoins”, y si su rentabilidad continúa aumentando en línea con los precios, serán más reacios a vender Bitcoins en el mercado abierto para cubrir sus costos basados en dinero fiduciario.
Sin duda, esto ejercería más presión sobre la profundidad del mercado, lo que, en medio de una mayor acumulación, podría resultar en una restricción de la oferta.
Bitcoin ha estado apuntalando su propuesta de valor como reserva de valor, y esa es la razón por la que la saga de los ETF se ha exacerbado.
En general, vemos un contexto fundamental muy sólido para Bitcoin y creemos que los precios están bien respaldados en los niveles actuales y tienen un mayor potencial alcista.
Dicho esto, el optimismo ha vuelto al mercado, lo que sugiere que cualquier noticia negativa o decepción de las expectativas actuales podría provocar una consolidación.
Nota: Las inversiones en activos digitales están expuestas a un riesgo elevado de fraude y pérdida y a fluctuaciones de precios.
Manuel Villegas, Analista de Activos Digitales, Julius Baer