En los últimos años las criptomonedas han experimentado un rápido crecimiento en diversas regiones como Latinoamérica y Europa.
Según datos brindados por Statista se espera que el mercado de criptomonedas alcance un valor de 1.6 mil millones de dólares para el mercado latinoamericano y 12.4 mil millones de dólares para el mercado europeo durante este año.
La región Europea cuenta con un mercado distinto y con economías disímiles a las realidades sociales de los países que forman parte del continente Latinoamericano, contando con factores de crecimiento y desafíos para el ecosistema cripto distintos.
¿Cuáles son los principales factores detrás del crecimiento del ecosistema cripto?
En América Latina, la adopción de criptomonedas está en aumento debido a la desconfianza en las monedas locales y los sistemas bancarios tradicionales.
Países como Venezuela y Argentina, que han experimentado hiperinflación, ven en las criptomonedas una alternativa más estable para preservar el valor de sus ahorros. Además, las criptomonedas ofrecen una opción de inclusión financiera para los no bancarizados, que representan una parte significativa de la población.
En Europa, la situación es diferente. La estabilidad económica y un sistema bancario fuerte no han impedido el interés en las criptomonedas.
En esta región la adopción está más impulsada por la innovación tecnológica y la búsqueda de alternativas de inversión. La Unión Europea está trabajando en la regulación del mercado de criptoactivos para proteger a los inversores y fomentar la innovación, lo que podría acelerar su adopción.
Un claro ejemplo de la evolución de criptomonedas como medio de pago es el caso de Bitnovo Pay, siendo considerado como uno de los principales pasarelas de pago cripto en la región europea. La herramienta permite a los comercios aceptar pagos en criptomonedas y recibir euros en sus cuentas.
Ambas regiones aún enfrentan desafíos a la hora de analizar el uso de las criptomonedas como método de pago.
La volatilidad de los precios de las criptomonedas es uno de los principales obstáculos para su uso generalizado como método de pago.
Además, la falta de comprensión y la percepción de riesgo por parte del público general también limitan su adopción. La regulación es otro desafío, ya que las leyes y directrices varían significativamente entre países y regiones, lo que puede crear incertidumbre tanto para los usuarios como para los proveedores de servicios de criptomonedas.
A pesar de estos desafíos, el crecimiento de las criptomonedas como método de pago continúa. Factores como la mejora de la infraestructura tecnológica, la creación de nuevas políticas regulatorias y el aumento de la aceptación por parte de comerciantes y consumidores están impulsando su expansión. En América Latina y Europa, las criptomonedas están encontrando su lugar no solo como activos de inversión, sino también como medios viables de transacciones financieras.