La semana pasada fue una locura, pero también muy emocionante. Como muchos esperábamos, Bitcoin rozó los 100.000 dólares, aunque superar esa barrera en un primer intento parecía algo casi imposible. La razón es que los 100.000 dólares representan un punto psicológico clave, donde muchos pequeños inversores están esperando para vender y recoger sus beneficios, especialmente en esta época navideña.
Aunque los fundamentales de diciembre sugieren que es poco probable que rompa los 100.000 dólares, el mercado de criptomonedas es impredecible y cualquier cosa puede suceder hasta el 20 de enero, fecha marcada en rojo como el inicio del verdadero «bull run» (subida de precios). No obstante, no es seguro que ese día sea cuando rompamos la barrera de los 100.000 dólares. Podríamos estar muy por encima de esa cifra antes, a menos que ocurra algo inesperado como un ataque nuclear o una invasión extraterrestre sobre Nueva York.
El nuevo gobierno de Estados Unidos está siendo un catalizador clave para el crecimiento de la industria cripto, con una regulación mucho más favorable que podría facilitar la inversión en criptomonedas como Bitcoin y Ethereum. En comparación, en España, solo el 10% de la población invierte en valores de alto riesgo, mientras que en EE.UU., más del 60% lo hace, lo que convierte a este país en un imán para startups y grandes inversores.
En Europa, la situación no es muy diferente. De las 10 empresas globales más grandes, 9 son estadounidenses y ninguna europea, lo que refleja una falta de innovación y desarrollo en el continente. Pero ese es otro tema, que está afectando negativamente el potencial europeo y favoreciendo a las empresas chinas y estadounidenses.
Hablando de criptomonedas, las elecciones de los nuevos cargos en el gobierno de EE.UU. están claramente orientadas a apoyar la tecnología blockchain y a posicionar a Bitcoin como un valor fundamental de esta década. La salida de Gary Gensler de la SEC el 20 de enero y la transferencia de poder al CFTC representa un cambio significativo. Esto podría poner fin a las interminables disputas legales sobre si ciertas criptomonedas son valores o no, y liberará a empresas como Ripple, Ethereum, Kraken y Coinbase, entre otras, de las restricciones que han frenado su crecimiento.
El 20 de enero es una fecha crítica, pero si uno espera hasta entonces, el FOMO (miedo a perderse la oportunidad) podría llevar a Bitcoin a cotas como 120.000 o 150.000 dólares. Aunque también podría bajar hasta los 85.000 dólares, que parece ser el nuevo soporte, aunque últimamente se está ajustando bien en torno a los 93.000 dólares.
Y no solo de Bitcoin vive el mercado. Estamos viendo los primeros signos de una posible «alt season», con criptomonedas como Solana, BNB, Avalanche y Cardano mostrando fuerza. Ethereum, a pesar de su importancia, está aún lejos de su máximo histórico, pero hay indicios de que podría moverse parabólicamente hacia arriba, quizás superando los 4.800 dólares e incluso alcanzando los 10.000 o 20.000 dólares en 2025.
Todo esto es posible gracias a la inyección de capital en ETFs por parte de BlackRock y otras firmas de inversión que están preparando movimientos significativos en las próximas semanas.
Recuerda, esto no es un consejo de inversión, solo una opinión basada en mis observaciones y análisis. Mantente alerta, especialmente con Ethereum, ya que su comportamiento reciente es muy interesante de seguir.
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